jueves, 28 de enero de 2010

Olalalá

boca abierta,
adonde mis muertos son clausurados por ilegalidad de perfección

nariz rota,
que se arrastra por las calles, a mediodía, sin ticket para incrementar su fragilidad

piernas millonarias,
te observas a lo lejos, allá, sin poder alcanzarte, nos sabes de nosotros

cuatro años menos,
para todo hacen falta, para aumentar el volumen a la arritmia de la desnudez

ojos sentados,
pero revelan lo sabido por mi gaveta de sueños, cambiar las estructuras

amor hemofílico,
clandestinidad, punto y aparte